Es posible que o bien con el uso diario, o bien por algún incidente, nuestro sofá pueda presentar alguna mancha y se necesite darle una limpieza.
A continuación, te dejamos una serie de consejos a tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra:
- Si vas a lavar las fundas en la lavadora, recomendamos que en primer lugar hagas una prueba de lavado con una antes de lavarlas todas (y siempre y cuando vuestra tapicería permita el lavado a máquina). Ten en cuenta que para que las cremalleras o el velcro estén protegidos durante el proceso de lavado, deberías poner la funda del revés y así evitar roturas.
- Si la tela lo permite, lo mejor siempre es la limpieza en seco ‘in situ’. También puedes hacer uso de una vaporeta, protegiendo la tapicería con un trapo de algodón.
- Si lo que quieres es limpiar el sofá a modo de mantenimiento por el uso diario, entonces te recomendamos pasar un trapo húmedo con el fin de ir quitando el polvo y que no se vaya acumulando la suciedad.
- En el caso de manchas puntuales, lo mejor es utilizar un trapo húmedo con un poco de jabón neutro (puedes mezclar agua con jabón neutro en un pulverizador) y frotar suavemente haciendo movimientos circulares en la mancha. Si la mancha continúa presente, deja secar el agua y repite este proceso varias veces hasta que desaparezca por completo.
- Es conveniente saber que, si vuestra tapicería está confeccionada con chenilla, es normal que con el uso y el paso del tiempo pueda presentar ligeras marcas con una tonalidad distinta.
- Aún con todos estos consejos, es importante respetar las normas de lavado recomendadas por cada fabricante. Encontrarás toda la información referida a la limpieza en la etiqueta situada en la base de tu sofá o sillón.
- También puedes consultar el apartado de Colecciones de Telas de nuestra web y acceder a las especificaciones técnicas de cada una.