Han pasado más de 50 años desde que Félix López Serrano, propietario de una fábrica de harinas ubicada en la ciudad de Yecla (Murcia), decidiese dedicar un pequeño espacio de sus instalaciones a la fabricación de sofás. Con el paso de los años y ante el progresivo crecimiento de la empresa, se decidió cerrar las demás actividades para dedicarse de pleno a la fabricación de sofás. Lo que en un principio comenzó siendo una actividad casi anecdótica, ha terminado por ser un proyecto en el que están implicadas más de 250 personas en la actualidad.
Nadie podría haberse imaginado que un proyecto que comenzó con apenas tres trabajadores crecería hasta convertirse en uno de los fabricantes de sofás más avanzados tecnológicamente del mundo. Realizamos el proceso productivo en nuestra planta de España de forma total, desde el diseño al servicio postventa, fusionando la más avanzada tecnología con la sabiduría y manos expertas de nuestros artesanos.
Con el paso de los años, hemos podido acometer pequeños proyectos de mejora en distintas áreas hasta convertirnos en una empresa referente en muchos ámbitos. En nuestro ADN está el compromiso con la salud de los trabajadores, la preservación del Medioambiente (damos una segunda vida al 99,985 % de los residuos que generamos) o la promoción de la cultura y el deporte. Nuestros valores y el compromiso con la sociedad han crecido paralelamente junto a nuestra actividad económica. La historia de Fama es la historia de 50 años de trabajo con la implicación de muchas personas que han dedicado parte de su vida a que este proyecto pueda ser una realidad.
La década de los 70 en Yecla fue una época emergente en la que comenzaban a nacer empresas dedicadas a la fabricación de muebles y sofás. En aquella época Félix López Serrano, fundador de Fama, poseía una fábrica de harinas, otra de piensos y una granja. Ante el creciente impulso del sector del mueble en Yecla, Félix decidió contratar a tres trabajadores y dedicar un pequeño espacio de la fábrica de harina a la fabricación de sofás. Ese fue el inicio de la andadura de Fama, hace más de 50 años.
En 1972 se incorpora Antonio a la empresa junto a su padre. Tres años después lo haría Aniceto, el mayor de los hermanos. En esta época Félix padre ejercía de jefe de Ventas, viajando por toda España con el primer camión expositor de muebles que circulaba por las carreteras del país. Mientras tanto, Aniceto asumió la gerencia de la empresa y Antonio la dirección de la producción. Tapizados Fama comenzaba a gozar de prestigio a nivel nacional.
Poco a poco la empresa iba creciendo y ganando metros en detrimento de la fábrica de harinas, hasta que terminó por cerrarse en 1977. Los trabajadores de la harinera se incorporaron a la fábrica de sofás, que ya había ocupado casi 4.000 metros totales de superficie en varias naves adjuntas pero desconectadas entre sí.
Félix, el pequeño de los hermanos López Gil y actual CEO, se incorpora a la empresa como diseñador tras formarse en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, dando un giro de 180 grados al modelaje de la marca.
En los años posteriores, la empresa continúa creciendo y se decide iniciar la construcción de la primera fase de una nueva nave de 5.000 metros de fábrica y 400 metros de oficina. Lo que en principio parecían unas instalaciones gigantescas terminan por quedarse pequeñas ante el aumento de la plantilla y la producción.
En 1987 compramos a Lectra un sistema de CAD para las marcadas de tapicería. Unos años después nos sorprendió saber que habíamos sido la primera empresa de sofás en todo el mundo que había incorporado en el sector del tapizado una tecnología que estaba pensada para la confección. Ya en aquellos años entendíamos la importancia aplicar la tecnología a nuestros procesos productivos, algo que hoy día forma parte indiscutible del ADN de Fama.
En los años posteriores, seguimos apostando por la innovación continua. La empresa seguía creciendo y las necesidades de producción nos llevaron a realizar nuevas ampliaciones anexas a las existentes. Primero una de 2.000 metros, luego otra de 3.000, y así hasta ampliar la superficie hasta los 16.000 metros.
La Feria del Mueble de Valencia fue el trampolín para dar el paso a la exportación. A raíz de un contacto dentro del certamen, conseguimos el primer cliente extranjero nada más y nada menos que en Japón. Este hecho marcó el inicio del contacto con más empresas fuera de los límites nacionales. Actualmente vendemos en más de 70 países y exportamos el 70% de nuestra producción.
En 1998, presentamos un sofá de formas curvas y rojo que rompió con la tendencia del diseño que imperaba en el sector: el modelo PLATÓN. Nuestra misión de crear sofás con diseños y estéticas únicas nos permitió llegar a decenas de países y continuar creciendo en el extranjero como una marca referente en el sector.
Ese mismo año obtuvimos la certificación ISO 9001, convirtiéndonos en la primera empresa española de sofás en obtenerlo. Mientras que para algunos esta certificación era sinónimo de burocracia y papeleo, para Fama fue la herramienta que nos encaminó en la senda de la Calidad, la Innovación y la mejora continua.
Los años 2000 supusieron otro punto de inflexión en la historia de Fama. En 2005, comenzamos a crear los primeros corners personalizados en las tiendas de nuestros mejores clientes. Este fue el germen de nuestra actual cadena de tiendas Famaliving. En aquellos años fue una decisión muy arriesgada, pero el tiempo nos acabó demostrando que fue acertada.
Un año después, en 2006, expusimos en la Feria de Birmingham en Reino Unido con un éxito increíble. Fama generaba una imagen alejada a todo lo demás, con sofás cómodos y de calidad llenos de formas curvas y color, lo que algunos acuñaron el “Fama Style”. Esta fue la primera feria internacional a la que asistimos y a la que con el paso de los años siguieron otras tan importantes como la de Milán, París, Pekín o Colonia.
En 2012 se abren la dos primeras tiendas Famaliving, la cadena de tiendas de sofás de la marca Fama, en Granada y Nueva York. Estas fueron las primeras semillas de la franquicia, que actualmente suman más de 75 tiendas alrededor de todo el mundo. La empresa continúa creciendo y decidimos hacer una nueva ampliación de 5.000 metros en la que se incluyó una guardería-ludoteca para favorecer la conciliación familiar de todos los empleados.
En 2017 se jubila Aniceto y en 2018 Antonio, los dos hermanos mayores, tras una vida dedicada a levantar Fama Sofás, quedando Félix y Manoli al frente de la empresa.
En 2019, conseguimos la certificación de sistemas de gestión ambiental ISO 14001 de AENOR, con la que se afianza todavía más nuestro compromiso con el Medioambiente. Ese mismo año, Fama recibe el Premio Nacional de Industria Conectada 4.0 por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España, como un reconocimiento a la trayectoria de la empresa, que durante todos estos años ha estado ligada a la innovación y a la mejora continua.
Nuestro compromiso con el medioambiente da un paso más en 2022, cuando Fama obtiene la certificación de Residuo Cero de AENOR que garantiza que más del 90 % de los residuos industriales de una empresa están valorizados. En nuestro caso, el 99,985 % de los residuos que generamos tienen una segunda vida útil, evitando que vayan a parar a un vertedero.
Fama continúa creciendo, alcanzando una plantilla de más de 250 trabajadores. Las necesidades de producción nos han llevado a involucrarnos en la construcción de una nueva factoría y del showroom-hotel “El mirador de Fama”, enclavado en un paraje rodeado de vegetación.
Fama celebra este 2022 sus 50 años de vida, con la vista puesta en el futuro y en cientos de ideas que poder llevar a cabo.
La década de los 70 en Yecla fue una época emergente en la que comenzaban a nacer empresas dedicadas a la fabricación de muebles y sofás. En aquella época Félix López Serrano, fundador de Fama, poseía una fábrica de harinas, otra de piensos y una granja. Ante el creciente impulso del sector del mueble en Yecla, Félix decidió contratar a tres trabajadores y dedicar un pequeño espacio de la fábrica de harina a la fabricación de sofás. Ese fue el inicio de la andadura de Fama, hace más de 50 años.
En 1972 se incorpora Antonio a la empresa junto a su padre. Tres años después lo haría Aniceto, el mayor de los hermanos. En esta época Félix padre ejercía de jefe de Ventas, viajando por toda España con el primer camión expositor de muebles que circulaba por las carreteras del país. Mientras tanto, Aniceto asumió la gerencia de la empresa y Antonio la dirección de la producción. Tapizados Fama comenzaba a gozar de prestigio a nivel nacional.
Poco a poco la empresa iba creciendo y ganando metros en detrimento de la fábrica de harinas, hasta que terminó por cerrarse en 1977. Los trabajadores de la harinera se incorporaron a la fábrica de sofás, que ya había ocupado casi 4.000 metros totales de superficie en varias naves adjuntas pero desconectadas entre sí.
Félix, el pequeño de los hermanos López Gil y actual CEO, se incorpora a la empresa como diseñador tras formarse en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, dando un giro de 180 grados al modelaje de la marca.
En los años posteriores, la empresa continúa creciendo y se decide iniciar la construcción de la primera fase de una nueva nave de 5.000 metros de fábrica y 400 metros de oficina. Lo que en principio parecían unas instalaciones gigantescas terminan por quedarse pequeñas ante el aumento de la plantilla y la producción.
En 1987 compramos a Lectra un sistema de CAD para las marcadas de tapicería. Unos años después nos sorprendió saber que habíamos sido la primera empresa de sofás en todo el mundo que había incorporado en el sector del tapizado una tecnología que estaba pensada para la confección. Ya en aquellos años entendíamos la importancia aplicar la tecnología a nuestros procesos productivos, algo que hoy día forma parte indiscutible del ADN de Fama.
En los años posteriores, seguimos apostando por la innovación continua. La empresa seguía creciendo y las necesidades de producción nos llevaron a realizar nuevas ampliaciones anexas a las existentes. Primero una de 2.000 metros, luego otra de 3.000, y así hasta ampliar la superficie hasta los 16.000 metros.
La Feria del Mueble de Valencia fue el trampolín para dar el paso a la exportación. A raíz de un contacto dentro del certamen, conseguimos el primer cliente extranjero nada más y nada menos que en Japón. Este hecho marcó el inicio del contacto con más empresas fuera de los límites nacionales. Actualmente vendemos en más de 70 países y exportamos el 70% de nuestra producción.
En 1998, presentamos un sofá de formas curvas y rojo que rompió con la tendencia del diseño que imperaba en el sector: el modelo PLATÓN. Nuestra misión de crear sofás con diseños y estéticas únicas nos permitió llegar a decenas de países y continuar creciendo en el extranjero como una marca referente en el sector.
Ese mismo año obtuvimos la certificación ISO 9001, convirtiéndonos en la primera empresa española de sofás en obtenerlo. Mientras que para algunos esta certificación era sinónimo de burocracia y papeleo, para Fama fue la herramienta que nos encaminó en la senda de la Calidad, la Innovación y la mejora continua.
Los años 2000 supusieron otro punto de inflexión en la historia de Fama. En 2005, comenzamos a crear los primeros corners personalizados en las tiendas de nuestros mejores clientes. Este fue el germen de nuestra actual cadena de tiendas Famaliving. En aquellos años fue una decisión muy arriesgada, pero el tiempo nos acabó demostrando que fue acertada.
Un año después, en 2006, expusimos en la Feria de Birmingham en Reino Unido con un éxito increíble. Fama generaba una imagen alejada a todo lo demás, con sofás cómodos y de calidad llenos de formas curvas y color, lo que algunos acuñaron el “Fama Style”. Esta fue la primera feria internacional a la que asistimos y a la que con el paso de los años siguieron otras tan importantes como la de Milán, París, Pekín o Colonia.
En 2012 se abren la dos primeras tiendas Famaliving, la cadena de tiendas de sofás de la marca Fama, en Granada y Nueva York. Estas fueron las primeras semillas de la franquicia, que actualmente suman más de 75 tiendas alrededor de todo el mundo. La empresa continúa creciendo y decidimos hacer una nueva ampliación de 5.000 metros en la que se incluyó una guardería-ludoteca para favorecer la conciliación familiar de todos los empleados.
En 2017 se jubila Aniceto y en 2018 Antonio, los dos hermanos mayores, tras una vida dedicada a levantar Fama Sofás, quedando Félix y Manoli al frente de la empresa.
En 2019, conseguimos la certificación de sistemas de gestión ambiental ISO 14001 de AENOR, con la que se afianza todavía más nuestro compromiso con el Medioambiente. Ese mismo año, Fama recibe el Premio Nacional de Industria Conectada 4.0 por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España, como un reconocimiento a la trayectoria de la empresa, que durante todos estos años ha estado ligada a la innovación y a la mejora continua.
Nuestro compromiso con el medioambiente da un paso más en 2022, cuando Fama obtiene la certificación de Residuo Cero de AENOR que garantiza que más del 90 % de los residuos industriales de una empresa están valorizados. En nuestro caso, el 99,985 % de los residuos que generamos tienen una segunda vida útil, evitando que vayan a parar a un vertedero.
Fama continúa creciendo, alcanzando una plantilla de más de 250 trabajadores. Las necesidades de producción nos han llevado a involucrarnos en la construcción de una nueva factoría y del showroom-hotel “El mirador de Fama”, enclavado en un paraje rodeado de vegetación.
Fama celebra este 2022 sus 50 años de vida, con la vista puesta en el futuro y en cientos de ideas que poder llevar a cabo.
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