Visitas de las que no se olvidan

Antes de la dichosa pandemia, era bastante habitual recibir visitas formativas prácticamente todas las semanas en nuestras instalaciones. Institutos de secundaria, centros formativos privados, módulos de empleo municipales, universidades, escuelas de negocios, etc. Forma parte de nuestro ADN poder compartir con todos estos centros nuestra metodología de trabajo y, sobre todo, nuestra filosofía de empresa. De la misma forma, nosotros nos retroalimentamos de sus experiencias, expectativas de futuro; incluso alguna que otra contratación ha surgido derivada de estas visitas.

Como tantas otras cosas, la pandemia nos obligó a renunciar a estas visitas que tanto nos enriquecían, pero, afortunadamente hemos vuelto a la normalidad y con ella hemos retomado estas actividades que para nosotros son tan importantes.

En este contexto, los días 27 de junio y 5-6 de julio hemos recibido en nuestras instalaciones quizás, las visitas más “maravillosamente especiales” que hemos tenido nunca. Me refiero al colectivo Ampy. Más de 80 personas entre usuarios del Centro de Día, residencia y los profesionales que trabajan con ellos.

En Yecla, nuestro pueblo, todo el mundo conoce a Ampy (Asociación de personas con discapacidad intelectual de Yecla). Es un colectivo muy arraigado y respetado localmente, sin embargo, seguramente no todo el mundo es consciente de la dimensión e importancia que tiene la labor que se realiza en sus centros.

Según fuentes de su propia web, “Ampy es una entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional declarada de utilidad pública, dedicada al servicio y atención de personas con discapacidad intelectual y sus familias. La Asociación está constituida y gestionada, desde los años 80, por los propios padres, tutores o familiares de usuarios y alumnos, y los miembros de la Junta Directiva, elegida por la Asamblea General entre sus socios numerarios, ejercen sus cargos sin percibir retribución alguna.

El objetivo fundamental de la Asociación es defender los derechos, promover, desarrollar y potenciar todo tipo de actividades, programas y proyectos encaminados a mejorar la autonomía y calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, contribuyendo desde el compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida y promover su inclusión como ciudadanos de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.

Más de 60 profesionales trabajan diariamente y sin descanso en numerosos proyectos:

• Colegio de Educación Especial “Virgen de la Esperanza”, concertado con la Consejería de Educación y Cultura de la Región de Murcia.

• Centro de Día y Ocupacional “Virgen de la Esperanza”, servicio concertado con la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia, a través del IMAS (Instituto Murciano de Acción Social).

• Residencia “Virgen de la Esperanza”, servicio concertado con la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región de Murcia, a través del IMAS (Instituto Murciano de Acción Social).

• Huerto Ecológico, taller formativo patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Yecla

• Otros proyectos de presente y futuro como un programa de viviendas tuteladas, ampliación de la residencia, programas de empleo inclusivos para usuarios, talleres de herrajes y carpintería, etc.

El vínculo entre Fama y Ampy es estrecho desde hace años a través de un convenio de colaboración con la asociación e intentamos, dentro de nuestras posibilidades, ayudar a Ampy en todo lo posible (equipamiento, promoción, campañas de recaudación de fondos, etc). Para nosotros es un orgullo y también una responsabilidad, poder devolver a Ampy una pequeñísima parte de todo lo que ellos aportan a la sociedad yeclana que es incalculable.

En lo personal, reconozco mis nervios previos antes de recibir a las visitas, miedos por desconocimiento o inseguridad que pronto se disiparon, sólo bastaron 5 minutos conviviendo con ellos para darme cuenta de que todo era de lo más normal y sobre todo, que iba a ser divertido.

Durante los 3 días de visitas pudimos conocer un poquito mejor a gran parte de los usuarios del Centro de Día y la Residencia, visitar con ellos nuestras instalaciones, probar todos y cada uno de nuestros sofás y sillones (creo no se quedó ninguno sin sentar o tumbarse en la exposición, jejeje) y comprobar el trato tan exquisito que tienen los profesionales de Ampy con los usuarios, cómo interactúan con el máximo respeto, cariño y toda la paciencia y atención que cada persona necesita.

De nuevo voy a utilizar palabras de Ampy, recogidas de su web sobre cómo describen ellos la discapacidad intelectual: “La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones para funcionar en la vida diaria. Las personas con discapacidad intelectual tienen diferentes formas y ritmos de aprendizaje, comprensión y comunicación. La discapacidad intelectual no solo tiene que ver con la persona, también tiene mucho que ver con su relación con el entorno. Por tanto, depende tanto de la propia persona como de las barreras u obstáculos que tiene alrededor. Si logramos un entorno más fácil y accesible, entornos inclusivos, las personas con discapacidad intelectual tendrán menos dificultades, y podrán desarrollar muchas más habilidades.”

Si me lo permiten, para cerrar esta entrada de blog, vamos a prescindir del prefijo “dis” y nos vamos a quedar sólo con CAPACIDAD para poder resumir lo que han significado para nosotros estos 3 días con Ampy:

• CAPACIDAD para sonreír todo el tiempo y convertir las visitas en una verdadera fiesta.

• CAPACIDAD para tratarnos (a los que tuvimos la suerte de estar con ellos en las visitas), con la máxima amabilidad y cariño.

• CAPACIDAD para disfrutar de cada pequeño detalle y de enseñarnos a ver nuestras rutinas desde un punto de vista diferente.

• CAPACIDAD para abrazar a un familiar que te encuentras en fábrica, con el cariño y el amor más sincero que alguien puede tener hacia una persona que quieres.

• CAPACIDAD para hacernos parar un poquito, hacer las cosas de manera más tranquila y no tener prisa.

• CAPACIDAD para ver e imaginar cosas en nuestras telas que nosotros nunca habíamos percibido.

• CAPACIDAD de mostrarnos ejemplos de superación y lucha diaria para conseguir objetivos y romper barreras y obstáculos

• CAPACIDAD de hacernos disfrutar de nuestro trabajo de una manera diferente y sobre todo muy intensa.

• CAPACIDAD, sobre todo mucha capacidad…

Desde Fama nos gustaría agradecer a Lucía y al resto de personal de Ampy la oportunidad que nos han dado, visitando nuestras instalaciones, de conocerlos un poco mejor. Nuestro más sincero respeto y admiración por el inmenso trabajo que realizan a diario. ¡GRACIAS!